‘Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra’, la obra de María Velasco (Burgos, 1984) ganadora del Premio Max a la mejor autoría teatral 2022, llega al 45 Festival de Teatro de Badajoz el 22 de octubre para remover el interior del espectador con una historia que relaciona la violencia emocional y sexual con la violencia sobre el medio ambiente. Su autora y directora recuerda que “el daño que hacemos al otro es un daño al ecosistema, nos hemos olvidado con tanto asfalto que también somos especie”.

María Velasco ha presentado su obra en el 45 Festival de Teatro en Badajoz, donde también imparte el taller titulado ‘Desaprender a vivir. Aprender a contar’, dirigido a profesionales de las artes escénicas.

‘Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra’ no es una historia de genocidio de género ni una obra que se deje etiquetar fácilmente. En ella conviven dureza y poesía, sensibilidad y reflexión. Su autora propone al espectador un viaje a través de la experiencia vital de una joven que resulta una experiencia compartida por muchas personas, sobre todo por mujeres.

‘Talaré a los hombres…’ cuenta una historia de maduración y crecimiento emocional de una mujer millennial (nacida en los años 80). Va atravesando diferentes etapas a través de una familia tradicional, sus primeras relaciones amorosas, el ambiente universitario y también la precariedad laboral. Situaciones muy reconocibles para cualquiera.

En la obra la joven se prostituye al tiempo que prepara una tesis doctoral. Sin embargo la prostitución es sólo una herida más del “viacrucis” de esta millennial.

“Esta historia pone el foco en las heridas que de una manera negligente causamos sobre el otro y sobre el entorno, en este caso los micromachismos más normalizados, pero también las heridas al medio ambiente, que tienen en la obra como máximo exponente la prostitución y la deforestación, actuando casi en paralelo de una manera metafórica”, explica María Velasco.

La obra parte de la experiencia vital de la autora, de los ambientes que ha transitado y de los que, según reconoce, ha podido hacer una relectura posterior “y desaprender lo aprendido de ellos”.

‘TALARÉ A LOS HOMBRES…’, UNA LLAMADA A LA EMPATÍA

Aunque están presentes temas como la prostitución, el patriarcado, la violencia sexual o el ecologismo, María Velasco, rehúye de las etiquetas y hace hincapié en la idea de la compasión y el compadecimiento que prevalece en ‘Talaré a los hombres…’. “Es una llamada a la empatía. El daño que hacemos al otro es un daño no sólo humano en términos éticos sino un daño al ecosistema”.

La dramaturga burgalesa, que ha publicado más de una docena de obras de teatro y ha recibido varias distinciones, contempla el ecofeminismo como una alternativa salvífica. Una solución a un mundo que está ya agotado o a una forma de explotación que está teniendo unas consecuencias realmente destructivas en términos ecológicos.

“En esta pieza teatral aparecen ecos de esos mitos que tenemos en nuestra cultura desde el génesis. Esos mitos que veían en el otro y en la naturaleza y en los cuerpos ajenos y el cuerpo de la mujer como algo a explotar, algo donde practicar el extractivismo. En la obra esto se ve en un entorno doméstico y en entornos que parece que estuvieran a salvo de estas violencias, como pudiera ser el ambiente académico, y en realidad no es así”, explica.

‘Talaré a los hombres…’ es, según su autora, un cuento de pubertad como el Mago de Oz, Caperucita Roja o Alicia en el País de las Maravillas, pero protagonizado por una mujer actual. “Una mujer que va atravesando todas esas etapas y se va reconciliando con un pensamiento mágico o una relación entrañable que tenía en la infancia con la naturaleza y que se va perdiendo con el tiempo a medida que vamos creciendo, y al final se reduce a una conciliación y un reencuentro con ese mundo de la naturaleza”.

A pesar de la dureza de los temas que trata, en la obra hay ternura, humor y mucha esperanza, según señala.

«NO SE TRATA DE ERRADICAR PERSONAS SINO UNA MANERA DE HACER LESIVA»

‘Talaré a los hombres de sobre la faz de la tierra’ no es un grito de guerra ni un apocalipsis de género. El título de la obra de María Velasco, extraído del libro de Sofonías del Antiguo Testamento, es uno de los muchos pasajes apocalípticos que hay en la Biblia. Aunque el verbo “talar” es fruto de una traducción inexacta, según la autora, ella lo considera un acierto poético, “porque la deforestación al final va a tener una consecuencia mayor para los que tenemos pulmones”.

Aunque hay gente que lo ha visto como una especie de apocalipsis de género “eso sólo demuestra una mirada muy parcial”, según María Velasco. “Se trata de erradicar una manera de hacer y de pensar lesiva, no de erradicar hombres ni personas sino un paradigma de pensamiento”.

Destaca la interpretación excepcional de Laia Manzanares, un hallazgo para la escena nacional, que pese a su juventud ha demostrado con su fuerza interpretativa ser un “animal escénico”. Le acompañan en el reparto Beatriz Bergamín, Joaquín Abella, Miguel Ángel Altet y Fran Arráez.

En ‘Talaré a los hombres…’ hay un gran trabajo plástico. Se establece un diálogo entre la poesía, la danza y la música, que se convierten en refugio ante temas poco amables.

UNA OBRA CON UN RECORRIDO IMPORTANTE

La obra ha tenido un recorrido importante, se ha traducido al alemán, al inglés, al francés y al polaco. Se han hecho lecturas de ella en Chile y en marzo se hará en México. Se estrenó en 2020, pero la pandemia frenó las representaciones. Posteriormente se retomó y ganó el Premio Internacional Heidelberger Stückemarkt y el XXV Premio Max a la autoría teatral.

María Velasco agradeció al director artístico del 45 Festival Internacional de Teatro de Badajoz, Eugenio Amaya, que se interesara por la obra mucho antes de que tuviera la notabilidad pública que ha tenido tras recibir el Max. “Fue su curiosidad la que le llevó hasta la propuesta y el montaje y apostó por una propuesta que en otros contextos, quizás por la reflexión y por esa invitación a mirar hacia dentro, habría resultado arriesgada, lo que demostró una confianza que escasea”, añadió.

Eugenio Amaya destacó la “visión personal y a la vez cercana y comprensible” de María Velasco. “Su espectáculo me pareció estéticamente de lo mejor del teatro centroeuropeo, pero en el caso de María no es por imitar lo que se hace ahí fuera, sino porque su concepto de plasticidad escénica surge de dentro, desde una visión propia”.

Además de su trabajo como creadora, el director del Festival pacense reconoció su faceta de pedagoga, por la que ha sido invitada al taller que el Festival acoge en su programación y con el que pretende aportar enriquecimiento al teatro extremeño.