La Orquesta de Extemadura (OEX) retrocede esta semana al siglo XVIII en una apuesta valiente y arriesgada de la mano de Aarón Zapico con un programa titulado ‘Fiesta viva y ruidosa’ en el que recupera piezas históricas en tiempos modernos, no escuchadas en Extremadura desde hace más de dos siglos. Este director y clavecinista asturiano, referente en la recuperación del legado musical español, regresa a Extremadura, donde ha trabajado en varias ocasiones en la última década. En el 2008 actuó en el XXV Festival Ibérico de Música de Badajoz con Forma Antiqva, la agrupación de música barroca que fundó en 1999. Más recientemente, en el 2015, Aarón Zapico también se puso al frente de la Oex como director invitado para rendir homenaje al Quijote. Aarón Zapico nos habla en esta entrevista de su nueva aventura dieciochesca.

Aarón Zapico¿Qué tiene de particular este programa que ha ideado para la Oex?

De particular lo tiene todo, no es un programa que las orquestas sinfónicas suelan abordar, no se suelen sumergir en el Barroco, y si tocan del Barroco casi siempre tocan lo mismo, Haendel, Vivaldi… El Barroco está desconectado de las orquestas sinfónicas y si hablamos de un Barroco español pues ya la situación es dramática. Es una labor de recuperación más que de otra cosa. Las particularidades del programa son muchas, hay solistas vocales, como la soprano Ruth Iniesta, el tenor Juan Manuel Padrón y el barítono Sebastià Peris cantando la trilogía de tonadillas dieciochescas de Blas de Laserna, presentada hace un año en Madrid. También vamos a estrenar en Extremadura dos oberturas de Vicente Basset y a recuperar una obra de Canciones Instrumentales de Francisco de Paula Trujillo, el último maestro de capilla de la Catedral de Badajoz. Son muchos los elementos atractivos y peculiares de este concierto, es un repertorio que los extremeños no conocen.

Es lo que se llama un estreno en tiempos modernos.

Sí, es un estreno en tiempos modernos. Entonces la música era de consumo muy rápido, se componía porque había que tocarla, no se esperaba. Se estrenó en su tiempo, hubo alguna reposición en años inmediatos, pero después estuvo durmiendo el sueño de los justos 200 o 300 años. El público se va a encontrar con música satírica, costumbrista y cómica. El título del programa define cómo era el repertorio del siglo XVIII. Esta era música que se solía hacer en los entreactos, en los intermedios que había en las grandes obras, las  grandes zarzuelas, un poco para recuperar el interés y la atención del público. No es una música demasiado sesuda, es muy rítmica, con melodías muy pegadizas, los textos son muy picantes, con un poco de crítica social a los estamentos, al gobierno…una manera de no perder también actualidad.

¿Por qué no suelen programar esto las orquestas sinfónicas?

El problema con las orquestas en su dinámica es que por no arriesgar y por un mal entendimiento de lo que debe ser la difusión de la música o por contentar al público abonado no se arriesgan. Entonces no dejamos de ver en las estadísticas sobre repertorios y autores más interpretados que siempre son los mismos, no salimos de Brahms, de Mendelssohn… de las mismas sinfonías. Muchos factores son los que tienen culpa de esa inmovilidad, entre ellos las agencias de los directores, los propios directores, las mismas gerencias, que no quieren apostar, no quieren hacer algo nuevo.

La Orquesta de Extremadura parece que sí ha apostado por ello.

Para mí la Orquesta de Extremadura es un ejemplo en el sentido de involucración, de ilusión, de querer hacer cosas nuevas. La otra vez que estuve aquí en Extremadura hicimos música de Boismortier, Telemann o Händel, que no hace ninguna orquesta sinfónica en España. Que una orquesta sinfónica  de una comunidad esté haciendo Blas de la Serna, Vicente Bagés y Francisco de Paula y Trujillo… es algo completamente inaudito en el panorama. Si todas las orquestas tuvieran la preocupación de desarrollarse y evolucionar como lo hace la Orquesta de Extremadura otro gallo nos cantaría. No son palabras gratuitas ni para regalar el oído a nadie. Se ve desde fuera la actitud de la gerencia y la dirección musical de la OEX.

¿Cómo se puede ‘vender’ al público la música antigua?

Yo durante una época de mi vida también fui gestor en festivales de música antigua y para mí hay un error de base muy importante y es que pretendemos que una persona de 30, 40 o 50 años vea de repente tus conciertos sin haberla educado antes. Lo primero que hay que hacer es una labor de acercamiento, antes incluso de nacer, hay programas específicos para mujeres embarazadas, para bebés, para niños con sus familias…hay que enseñarles y ponerles en contacto con la música desde que nacen para que ese público vaya creciendo y acompañando a la orquesta a lo largo de su vida. Ahora, como no nos hemos preocupado de esto antes, lo que tenemos que hacer es un poco educar al público, guiarle, explicarle lo que va a sonar y las ideas de los programas, pero no tratar al público como si fuera infantil o tonto, porque muchas veces lo tratamos como si fuera tonto. Debe hacerse de una manera pedagógica, bajar del escenario y del púlpito y relacionarse con la gente, sacar a la orquesta del auditorio que sea y llevarla a la calle, a las plazas, a los colegios, y  enseñar. Las orquestas sinfónicas pueden hacer una labor de evolución cultural y humana en las comunidades tremenda.

¿Qué le atrajo a Aarón Zapico de la música  antigua?

Me atrapó la libertad que deja al intérprete para tomar ciertas decisiones. La partitura en la época barroca no deja de ser un guión, un guión donde no están puestos los fortes ni los pianos, ni si es rápido o lento, y llegas a discernir eso a través del tiempo y del estudio, pero hay mucho espacio para que el intérprete ponga de su parte, y eso fue lo que me atrajo de esta música.

El programa ‘Fiesta viva y ruidosa’ de la Oex que dirigirá Aarón Zapico se podrá escuchar el jueves 19 de enero en el Palacio de Congresos de Badajoz y el 20 en el Gran Teatro de Cáceres (20:30 horas).

*Fotos: web Oex.

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Magazine Cultural de entrevistas, reportajes y noticias que recoge las creaciones culturales y artísticas que tienen como origen o destino Extremadura.

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