El escritor extremeño Agustín Muñoz Sanz se topó por casualidad con Heinrich von Kleist (1777-1811) y quedó tan fascinado que decidió usurpar la personalidad de este controvertido y extraordinario escritor alemán, desconocido por el gran público y muchos eruditos, para escribir ‘De tormenta. Historia de mi alma’ (De La Luna Libros). El libro se presentará el 28 de febrero en Mérida y el 13 de marzo en Ámbito Cultural de El Corte Inglés de Badajoz.

Esta nueva novela de Muñoz Sanz, la quinta después de ‘Los galgos del Papa’, es una carta de más de 200 páginas en la que da voz a Heinrich von Kleist. El escritor alemán hace un repaso de su vida días antes de suicidarse en noviembre de 1811 a orillas del lago Wannsee, a las afueras de Berlín, cuando tenía 34 años, en compañía de una amiga enferma de un cáncer avanzado.

La dramática vida de Heinrich von Kleist reúne todos los ingredientes necesarios para ser novelada, en ella hay poesía, guerra, amor, sufrimiento, suicidio y olvido. “A este personaje lo coge un buen director de cine y hace un peliculón sobre él”, explica Muñoz Sanz.

Heinrich von Kleist vivió en pleno movimiento romántico alemán, en una época en la que dominaban Goethe en Weimar, “pero no es un escritor romántico, es un señor que se adelantó a su época. De hecho, una de sus obras, ‘Pentesilea’, es una obra dramática que se presentó con el nombre de ‘Las amazonas’ en el Festival de Teatro Romano de Mérida”.

HEINRICH VON KLEIST, UN DESCONOCIDO DURANTE MÁS DE DOS SIGLOS

Muñoz Sanz considera que es un hombre de plena actualidad. La tragedia de von Kleist es que a pesar de su vida y su obra no triunfó en su momento y fue un perfecto desconocido durante más de 200 años, “hasta que alguien encontró su tumba y empezaron a florecer artículos sobre él, y Kafka y Thomas Mann llegaron a decir que era el mejor escritor de lengua alemana de todos los tiempos”.

Agustín Muñoz Sanz ha rescatado a un personaje que pasa por todas las vicisitudes por las que puede pasar una persona y un escritor. Fue un poeta nacido en una familia militar prusiana, que vivió la ocupación de Prusia en plena guerra Napoleónica y que tomó parte en algunas acciones bélicas en ese tiempo. Después de abandonar el ejército viajó por Europa y se dedicó a escribir y a estudiar Derecho y Filosofía.  Fue considerado sospechoso de espionaje por los franceses y por ello fue encarcelado en 1807 en el castillo de Joux.

Fundó un diario en Berlín, el Berliner Abendblätter, y le interesó mucho la Guerra de la Independencia española, quedó impresionado por la resistencia de la ciudad de Zaragoza en 1808 ante el ejército francés de Napoleón y compuso un poema en homenaje al general Palafox, héroe de la defensa de la ciudad. Antes de suicidarse quemó toda su obra.

AGUSTÍN MUÑOZ SANZ, UN ESCRITOR INQUIETO ATRAÍDO POR LOS “PERDEDORES”

¿Qué es lo que más fascinó a Muñoz Sanz de Heinrich von Kleist? “Me ha entusiasmado el personaje, sin duda. Cualquiera que escriba se puede sentir identificado, porque todos los que escribimos lo hacemos para que nos lean. También me ha resultado muy atractiva su literatura”, explica el autor de ‘De tormenta. Historia de mi alma’.

“Tiene varios relatos y cuentos que son duros porque se deja de florituras e implanta unos cánones literarios, tanto en prosa como en el drama, absolutamente innovadores, que chocan con la ideología del momento, y por eso quizás no triunfó. Pero no hay en la actualidad una ciudad en Alemania sin un instituto de Bachillerato que lleve su nombre”, según el escritor.

También le atrajo su carácter de “perdedor”, lo que considera muy interesante en el mundo del arte. “Yo que estoy siempre con los débiles y los inmunodeprimidos, trabajando con el SIDA, los tuberculosos y gente con problemas (Muñoz Sanz ha sido Jefe del Servicio de Patología Infecciosa en el Hospital Universitario de Badajoz) en el mundo literario también estoy del lado de los perdedores, como este tipo. Me flipó el personaje. Me gustaría que la gente se entusiasme también con él y con su literatura”, añade ilusionado.

CUANDO AGUSTÍN MUÑOZ SANZ Y HEINRICH VON KLEIST SE ENCONTRARON

¿Quién descubrió a quién? En el mundo del arte nunca está claro si el creador alumbra a la criatura de forma inconsciente o si es la criatura la que espera su momento y sale al encuentro del creador. Muñoz Sanz se encontró con Heinrich von Kleist por casualidad. Preparando una de sus conferencias sobre el suicidio en la mitología griega retomó el libro de su maestro en Psiquiatría y Psicología el catedrático Alonso Fernández y encontró que tiempo atrás había subrayado el nombre de Heinrich von Kleist. “No sé por qué lo subrayé, pero empecé a escarbar un poco y pensé: aquí hay una historia interesante”.

Comenzó a investigar,  se hizo de su biografía en varios idiomas y leyó su literatura. No había mucho publicado. Pidió el informe de su autopsia, se puso también en contacto con el hospital alemán donde estuvo en una ocasión hospitalizado, aunque sin éxito, y ha recopilado una interesante y rica bibliografía.

Otra de las coincidencias o conexiones entre los dos escritores está en el título. Muñoz Sanz confiesa que el primer título que puso a esta novela fue ‘Historia de mi alma’, sin saber que Heinrich había dejado escrita una obra a una íntima amiga suya con el mismo título, una coincidencia que le asombró. Ahora, Muñoz Sanz está buscando un hueco para viajar a Berlín para visitar su tumba.

‘SÍFILIS, LAS VOCES Y LOS ECOS’, EL NUEVO ENSAYO DE MUÑOZ SANZ

Agustín Muñoz Sanz ha publicado además de cinco novelas, cuatro ensayos, tres libros de cuentos, dos relatos, un libro de viajes, un diario y tres obras de teatro, entre las que destaca ‘Marco Aurelio’, estrenada en el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida (2016), en el López de Ayala de Badajoz, el Bellas Artes de Madrid, el teatro romano de Medellín, en Cáparra y en otras ciudades españolas.

Acaba de terminar un nuevo ensayo histórico titulado ‘Sífilis, las voces y los ecos’ en el que recoge la presencia de esta enfermedad en la literatura desde finales del siglo XV hasta la actualidad, a través de numerosas obras de autores que ha analizado, entre ellos los cronistas y médicos de Indias, Quevedo, Góngora, Vargas Llosa, Felipe Trigo, Voltaire, Joyce, Shakespeare, etc. Una obra con la que dice ha aprendido y ha disfrutado mucho. Como con todas las que ha escrito.