Las zambombas flamencas marcarán el ritmo navideño en 18 municipios extremeños durante diciembre con el programa ‘Extremadura Canta a la Navidad’ que ha creado la Consejería de Cultura, Turismo, Jóvenes y Deportes de la Junta de Extremadura. Esta iniciativa pretende acercar esta tradición navideña a diferentes puntos de la región y poner en valor el trabajo de los artistas flamencos extremeños. El director del Centro de las Artes Escénicas y la Música de Extremadura (Cemart), Antonio Marín, asegura que el programa “nace con vocación de continuidad y sumará en próximas ediciones nuevos municipios y artistas”.
Participarán nueve figuras destacadas del flamenco: Fuensanta Blanco, Perico de la Paula, Carmen ‘La Parreña’, Francisco ‘El Chorrero’, Esther Merino, Salomé Pavón, Manuela Sánchez, Leyla Buitrago y la familia Vargas. Cada uno presentará una zambomba en dos municipios.
Pero serán muchos más los artistas implicados, cerca de 70, según Marín, ya que cada artista está acompañado por su equipo y la zambomba incluye además del cante, la guitarra, las palmas, la percusión y el baile.
‘Extremadura Canta a la Navidad’ cuenta con un presupuesto de 54.000 euro y comenzó el 24 de noviembre en Casares de Las Hurdes con Perico de Paula y el 27 de noviembre en Gévora con la cantaora Esther Merino, vecina de este municipio y ganadora de la Lámpara Minera en 2022.
ZAMBOMBAS EN 18 LOCALIDADES EXTREMEÑAS HASTA EL 29 DE DICIEMBRE
Las zambombas flamencas llegarán también a Los Santos de Maimona (5 de diciembre); Fuenlabrada de Los Montes (7 de diciembre); Cañaveral (13 de diciembre); Fuentes de León y Valdelacalzada (14 de diciembre); Oliva de la Frontera y Alange (15 de diciembre); Torre de Don Miguel (19 de diciembre); Sierra de Fuentes (22 de diciembre); Madrigalejo (24 de diciembre); Casar de Cáceres, Zalamea de la Serena y Montánchez (27 de diciembre); Alía (28 de diciembre); Monroy y Capilla (29 de diciembre).
“Desde la consejería hemos dado la opción a los propios ayuntamientos para que lo celebren donde mejor consideren, unos lo harán al aire libre en las plazas de los pueblos y otros en casas de cultura u otros espacios cerrados”, explica el director del Cemart.
“En la elección de los municipios se ha intentado buscar el equilibrio para que llegue a la mayoría de las comarcas de Cáceres y Badajoz y se ha tenido en cuenta que sean en su mayoría poblaciones pequeñas que no tienen suficientes recursos para organizar este tipo de actividades. Somos conscientes de que con un solo programa no se puede llegar a todos los pueblos, pero se irán rotando y sumando otros en siguientes ediciones”, añade.
UNA EXPRESIÓN CULTURAL QUE TIENE LUGAR EN EL FLAMENCO EXTREMEÑO
Esta expresión cultural es una tradición navideña originaria de Jerez de la Frontera (Cádiz), que desde 2015 tiene el reconocimiento de Bien de Interés Cultural. “Pero queríamos darle visibilidad en Extremadura porque esta comunidad tiene mucho que decir en el flamenco, y aquí pasaba desapercibida esta expresión cultural que se puede adaptar a cada espacio y entorno. Además, invita a la convivencia entre vecinos”, según Marín.
Las zambombas flamencas surgieron en el siglo XVIII como una forma de villancicos populares. Los jerezanos salían a las calles durante la época de Navidad para cantarlos con la zambomba, un instrumento de percusión hecho de un odre de vino recubierto de cuero. Con el paso del tiempo se convirtieron en una verdadera fiesta, en la que la gente se reúne para cantar villancicos y comer y beber productos típicos navideños.
UNA FIESTA PARTICIPATIVA Y DE CONVIVENCIA VECINAL
Así lo vivieron el pasado viernes en Gévora, donde Esther Merino congregó en la plaza de esta localidad a decenas de personas. “Estoy todavía emocionada con la respuesta de los vecinos. En los ensayos de los martes y los jueves en noviembre me han acompañado cantando unas 50 personas aficionadas al flamenco de diferentes edades, de 23 a 73 años, que han disfrutado un montón. Nos daban las once de la noche y no tenían prisa por irse, les daba igual la hora”.
Entorno a una mesa de siete metros situada en la plaza de Gévora, decorada con motivos navideños y en la que no faltaba el anís y los polvorones, se reunieron estos vecinos a cantar villancicos y a celebrar el inicio de las fiestas navideñas, a los que se sumó el resto del pueblo.
“Las zambombas cada vez son más demandadas, yo las hago desde hace algunas Navidades, porque son muy participativas y a la gente les gusta mucho”, apunta la cantaora, quien espera que se consolide esta tradición en la región con el programa ‘Extremadura Canta a la Navidad’.
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