Fotógrafos de la Agrupación Fotográfica Extremeña (AFE) dialogan con obras de Godofredo Ortega Muñoz, Pedro Torre Isunza, Eugenio Hermoso, Felipe Checa o Eduardo Naranjo en el Museo de Bellas Artes de Badajoz (MUBA). Participan en la exposición ‘¿Para qué llamar caminos a los surcos del azar?, en la que reivindican la fotografía como un arte más al tiempo que reinterpretan pinturas y esculturas de la pinacoteca.

Los seis participantes fueron invitados a pasear por el MUBA y a elegir libremente seis obras de la colección con las que trabajar.  El resultado es un conjunto interesante de 36 fotografías con un lenguaje propio y diferentes técnicas que ofrece nuevas lecturas de la arquitectura del edificio, de piezas y artistas de la colección o de la vida secreta de personajes emblemáticos que aparecen en las obras escogidas.

De esta forma, los fotógrafos Juan José Bolaño, María del Pilar Casado, Francisco Manuel de la Cruz, Manuel Ponce, María Soledad Salcedo y Antonio Soriano Llamazares se han convertido en protagonistas de la historia fotográfica del museo.

Han aportado una nueva mirada a las obras, en unos casos el acercamiento y la intervención ha surgido de la emoción y en otros de la curiosidad, el humor o la travesura, entendiendo como travesura esa viveza y sutileza de ingenio para conocer las cosas y discurrir en ellas.

La exposición, que permanecerá abierta hasta el 8 de septiembre, está comisariada por Carmen Dalmau, historiadora del arte, profesora, crítica y autora del libro sobre fotografía ‘Elogio de la mirada’.

LA FOTOGRAFÍA ENTRA POR LA PUERTA GRANDE EN EL MUBA

Dalmau recuerda que esta iniciativa, que coincide con el Día de los Museos y el centenario del MUBA, “es una oportunidad para el museo de implantarse más en el territorio y abrir la colección y el edificio del museo a nuevas interpretaciones y miradas”.

También es una forma poner en valor la fotografía frente al resto de las artes. “Siempre parece que la fotografía es algo menor y esta es una manera de entenderla como un arte en igualdad de condiciones que la pintura o la escultura, al mismo nivel”, añade.

“En realidad hemos sido heraldos de un acontecimiento más importante que la propia exposición y es el hecho de que la fotografía entrara por la puerta grande en un museo de bellas artes y compartiera espacio al menos un tiempo con la pintura y la escultura”, explica el fotógrafo Antonio Soriano Llamazares.

No existe un hilo conductor en esta exposición, porque a cada uno de los fotógrafos le ha llamado la atención una cosa diferente y cada uno tiene su propia personalidad. Pero sí coinciden todos en la “vinculación emocional, es un museo muy enraizado en la memoria de ellos y en su infancia”, según la comisaria.

obras fotográficas en el MUBA
Fotografía de María Soledad Salcedo inspirada en el Retrato de Doña Concepción Rábago, del pintor Timoteo Pérez Rubio.

MUJERES SACADAS DE SUS CUADROS PARA QUE SE DIVIERTAN

María Soledad Salcedo ha sacado a algunos personajes femeninos de los cuadros, a los que veía “enclaustrados”, y los ha llevado a visitar el museo o los ha metido en otros cuadros y los ha puesto a bailar y a divertirse.

“Es como si el cuadro fuera una jaula y sacara de ella a los personajes, que en mi caso son todas mujeres, para que lo que no pueden hacer dentro del cuadro lo hagan fuera, como en la película ‘Una noche en el museo’, explica.

La obra que más le ha llamado la atención es el Retrato de Doña Concepción Rábago, del pintor Timoteo Pérez Rubio. “En su retrato invernal se ve una señora con una prestancia y una personalidad abrumadora, que te está mirando desde el cuadro, pero se le ve estática, y la he sacado del cuadro para que pasee por el museo”.

La fotógrafa también ha puesto a bailar a la Maja de Antonio Juez en su fotografía ‘La maja invita a bailar’ o integra a varios personajes en su trabajo ‘Los pájaros del señor Juez se han escapado’.

Obras fotográficas en el MUBA
La versión de ‘La Piedad’ de Morales del fotógrafo Juan José Bolaño.

BOLAÑO SE METE CON SU PADRE EN ‘LA PIEDAD’ DE MORALES

El conocido fotógrafo Juan José Bolaño reconoce que se dejó llevar por el corazón y la intuición a la hora elegir las obras en las que quería intervenir. “Había obras que yo tenía en mi corazoncito guardadas y otras que me he encontrado y he ido redescubriendo”.

Entre sus opciones más personales se encuentran el cuadro ‘Sueños blancos’, de Eduardo Naranjo, del que ha salido su fotografía ‘Ensueño del mañana’, donde sustituye la carta que la joven lleva en la mano por una Tablet. Pero la obra que, según afirma, le tenía fascinado de siempre era ‘La Piedad’ de Luis de Morales.

“En cuanto vi este cuadro supe lo que quería hacer, lo tenía claro”, afirma. Y lo hizo. Metió a su padre en la obra y también a él. La foto la hizo su hermano, se titula ‘Piedad y ternura’. El resultado inspira eso, ternura, piedad y también humor.

Otra ‘Piedad’ en la que se ha inspirado es en la de Juan de Ávalos, su trabajo se titula ‘Piedad Velada’, además de otro cuadro de Eduardo Naranjo, ‘El ensueño’, a partir del que ha creado ‘Sueños de mar’.

Obras fotográficas en el MUBA
Fran de la Cruz usa la cocina del pintor Covarsí para recrear el cuadro de Felipe Checa en su fotografía ‘Nueva realidad’

FRAN DE LA CRUZ TRASPASA EL MUBA HASTA LA COCINA DE COVARSÍ

El fotógrafo Fran de la Cruz se ha centrado en dos líneas de trabajo distintas. Ha trabajado los espacios con desnudos en cinco fotografías y ha intervenido en un cuadro concreto del MUBA: ‘Venga lo fresco’, de Felipe Checa.

De este cuadro de Felipe Checa ofrece una nueva visión que ha titulado ‘Nueva realidad’. Para ello, el fotógrafo ha ido más allá del propio museo, ha traspasado sus paredes para ir hasta la cocina de la antigua casa del pintor Antonio Covarsí, donde, según dice, Checa pintó ese cuadro. “Ambos pintores eran coetáneos y amigos”.

Localizó la cocina de Covarsí, cuya vivienda se sitúa a pocas calles de la pinacoteca, y utilizó como modelos a dos familiares del pintor para crear su nueva visión y captar una nueva realidad.

Obras fotográficas MUBA
La intervención de María del Pilar Casado del cuadro ‘Campesino extremeño’ de Godofredo Ortega Muñoz.

UNA JOVEN EN EL LUGAR DEL CAMPESINO EXTREMEÑO DE ORTEGA MUÑOZ

La fotógrafa María del Pilar Casado ha hecho recreaciones personales de cuatro pinturas y dos esculturas de la colección del museo. Con algunas de sus intervenciones ha querido rendir homenaje a los paisajistas del MUBA.

Otro de los cuadros elegido por ella es ‘Campesino extremeño’, de Godofredo Ortega Muñoz. La fotógrafa ha mantenido el formalismo y la gama cromática del cuadro, pero ha sustituido al campesino por una joven.

“El autor pintó este cuadro en 1939, un momento difícil para la sociedad española y los campesinos, y da una imagen triste. Lo he trasladado a la actualidad y he sustituido al campesino por una joven extremeña, que representa a los jóvenes que han tenido que emigrar de Extremadura. Ella tiene también la mirada ausente, melancólica y triste del campesino”, explica.

Obras fotográficas extremeñas
Manuel Ponce reúne en esta fotografía nueve rostros de diferentes conjuntos escultóricas del MUBA.

LAS CARAS EXPRESIVAS DE MANUEL PONCE

Manuel Ponce ha puesto el objetivo de su cámara en la arquitectura del edificio, porque las fotos de arquitectura son su especialidad. “Mi idea era poner en valor el edificio del museo, sus diferentes partes, y he fotografiado sus rincones, pero me he centrado en las escaleras porque son especiales”.

También ha realizado un montaje en el que aparecen nueve rostros extraídos de varias obras escultóricas del MUBA.  “Están hechas con un gran angular, que no tiene enfoque manual, y están tomadas muy de cerca. La idea era transformar la expresión de los rostros y darles un sentido distinto, buscando que cada uno exprese diferentes sentimientos de tristeza, risa, dolor, locura, prepotencia…”.

Obras fotográficas en el MUBA
El pintor Antonio Juez plasmado por el fotógrafo Antonio Soriano.

LAS EMOCIONES DE ANTONIO SORIANO Y EL ORGULLO DE ANTONIO JUEZ

“Mi trabajo en esta exposición está motivado por cuestiones emocionales, la elección de las obras que he recreado tiene una connotación muy emotiva”, explica el fotógrafo Antonio Soriano Llamazares.

Ha optado por un cuadro de Bonifacio Lázaro que él veía a los 14 años cuando visitaba la biblioteca pública y también ha recreado los cielos del pintor Adelardo Covarsí, que fue abuelo de su mujer. Contrasta en su trabajo la España que dejó tras de sí Timoteo Pérez Rubio cuando tuvo que emigrar por la guerra civil y muestra la personalidad del pintor Antonio Juez en su obra ‘Orgullo’. Antonio Juez fue un personaje singular de la vida artística y cultural de Badajoz, homosexual, elegante, sensible y culto.

Recrea el autorretrato de Antonio Juez, en el que se muestra cómo era él, “es una proclamación de su orgullo”, mezclándolo con otro cuadro del pintor titulado ‘Princesa primavera’.

Guadalupe Leitón
Periodista

Autor

Magazine Cultural de entrevistas, reportajes y noticias que recoge las creaciones culturales y artísticas que tienen como origen o destino Extremadura.

Los comentarios están cerrados.