El británico Ryan Gander (Reino Unido, 1976) revoluciona el Museo Helga de Alvear de Cáceres con su muestra más completa realizada hasta la fecha. El propio artista ha presentado la exposición, su primera antológica en Europa, titulada ‘Ryan Gander. Gruñidos, silbidos, gemidos, ladridos y gritos’. Señala que su trabajo “no se define por estilos, sino por historias e ideas”. La exposición puede visitarse del 5 diciembre al 20 de abril del 2025.

En la presentación le ha acompañado la directora del museo, Sandra Guimarães, quien reconoce en él a uno de los de los creadores “más prolíficos de nuestro tiempo”. Guimarães, que también es comisaria de la exposición, ha destacado su práctica conceptual, que “se ve estimulada por las preguntas, por la experimentación, por el misterio”.

Las zapatillas del artista en bronce a la cera perdida, un documental de la BBC modificado para incluir una animación, una escultura animatrónica de un mosquito retorciéndose, una colección de medio centenar de carteles para exposiciones ficticias que nunca se han producido o una máquina expendedora de piedras encontrada por los hijos de Gander en una playa y que simbolizan las leyes antiblanqueo del Reino Unido y la Unión Europea. Es un retazo del compendio inclasificable de obras que componen esta nueva exposición del Museo Helga de Alvear.

En ‘Gruñidos, silbidos, gemidos, ladridos y gritos’, Ryan Gander experimenta con escultura, cine, performance, escritura… y hasta un proyecto de arte público por las calles del centro de la ciudad, ‘The Find’, que invitará a ciudadanos y turistas a reflexionar sobre el valor de lo material frente a lo humano.

Su obra es un misterio que llama la atención desde que atraviesas el hall del museo y te topas con un gran balón hinchable de color negro con la pregunta ‘Do Ghosts Have Teeth?’ (‘¿Tienen dientes los fantasmas?’). Una obra nueva suya de 2024 (cortesía de Esther Schipper Gallery) que se exhibe como pórtico de entrada a una muestra donde el eclecticismo es protagonista, dentro y fuera de los muros del espacio expositivo. Porque en el exterior del museo, en plena calle Camino Llano, el artista ha colgado un cartel con su teléfono móvil, anunciando al estilo de los carteles disponibles que se pueden encontrar en México DF.

Ryan Gander y Sandra Guimarães a la entrada de la exposición en el Museo Helga de Alvear.

Aluminio, acrílico, fibra de vidrio, carteles retro iluminados, una taquilla transparente… Una sala llena de bolas de billar con tinta ultravioleta, donde cada bola muestra un texto único, catalizadores de las obras nuevas del artista. Un gorila hembra y un ratón animatrónicos… Y así hasta un centenar de obras seleccionadas minuciosamente por el propio Gander y Guimarães.

RYAN GANDER: “SI LA OBRA TIENE UNA RESPUESTA NO ES ARTE, ES COMUNICACIÓN”

Gander manifiesta que algunas obras tienen décadas (más de 20 años) y otras se exhiben por primera vez en el museo cacereño. También señala que su trabajo “no se define por estilos, sino por historias e ideas”. Y que el problema más grande con su obra, según el artista,  «es que todo parece distinto porque no tengo un estilo definido; ni firma”.

Sobre esto asegura estar “más interesado en la falta de comunicación entre las personas” y en generar preguntas al público, que en construir un estilo propio. Según el artista, “ese es el poder del arte: hacerse preguntas y no tener respuestas. Si la obra tiene una respuesta no es arte, es comunicación”, sentencia. Despertar esas cuestiones en el receptor es uno de los objetivos de Ryan Gander.

UNA INVITACIÓN A EJERCITAR LA IMAGINACIÓN

El británico tiene claro que “la mejor educación consiste en hacer preguntas no en memorizar respuestas”, algo que el sistema educativo generalista prolonga desde hace décadas y que a Gander le parece un error. Para el británico “la educación es completamente errónea porque enseñamos a los niños y niñas las respuestas equivocadas y para cuando aprendemos esas respuestas el mundo ha cambiado. Es entonces cuando tenemos que aprender a hacernos preguntas”. Y ese cuestionamiento (casi) constante “es lo que nos hace humanos y no máquinas”.

Además, explica que la muestra invita a estimular la imaginación del visitante: “Nuestra imaginación es como un músculo que necesita ir al gimnasio con regularidad”. El valor, la autoría, la mortalidad, el lenguaje y la casualidad son algunos de los temas que aborda la exposición, donde los visitantes encontrarán esa invitación a ejercitar la imaginación y plantearse, precisamente, preguntas en forma de batería.

Deambulando a través de animales animatrónicos, esculturas de bronce, poéticas composiciones tipográficas y objetos ocultos e instalaciones llenas de misteriosas narraciones, a modo de originales propuestas que el autor ha desgajado por todo el museo.

Ryan Gander
Una de las piezas de la exposición ‘Ryan Gander. Gruñidos, silbidos, gemidos, ladridos y gritos’..
LO ESOTÉRICO CONECTADO A LO COTIDIANO

La muestra ofrece una oportunidad única para descubrir el singular vocabulario de Gander, reuniendo por primera vez un número tan elevado de sus obras a lo largo de dos décadas de creación. Un proceso donde el autor conecta lo cotidiano y lo esotérico, “lo que pasamos por alto con los lugares comunes”. Su intención: sacudir el cuestionamiento del lenguaje y el conocimiento.

También, una reinvención tanto de los modos de aparición como de creación de una obra de arte. “Su obra puede recordar a un rompecabezas o a una red con múltiples conexiones y fragmentos de una historia incrustada”, expresa Guimarães. La apuesta de Gander plantea “un cuestionamiento del lenguaje y del conocimiento, pero también una reinvención”.

El artista pone el foco en algunas piezas que nunca se habían expuesto con anterioridad y que se ponen a disposición del público en el Helga de Alvear, como la citada instalación formada por bolas de billar, con frases que indican ideas para nuevas obras, ‘There’s a work in that’ (¡Hay una obra ahí!), 2024.

Otra serie es ‘All the ambition in the world’ (Toda la ambición del mundo), 2024, formada por una colección de 50 carteles para exposiciones de grupo ficticias que nunca tuvieron lugar, pero que, en la mente del artista, deberían haber ocurrido. Una serie producida por el propio Museo Helga de Alvear.

Ryan Gander

‘THE FIND’ ARTE PÚBLICO EN LAS CALLES DE CÁCERES

Durante la presentación de la muestra, Ryan Gander ha dado a conocer el proyecto de arte público ‘The Find’ por las calles de la capital cacereña, en el que participan la Junta de Extremadura, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Cáceres. La base del proyecto: monedas. En concreto, una aleación de zinc chapada en níquel, que ha diseñado para que sean “tanto un amuleto de la suerte como un recordatorio del valor del tiempo”.

Ha esparcido miles de estas peculiares monedas en diferentes localizaciones de la capital cacereña, invitando a los viandantes a participar en esta propuesta interactiva que forma parte de la exposición. Una acción, la de arte público, que tendrá lugar los días 6 y 7 de diciembre, en pleno puente de la Constitución. Pero en esta búsqueda del tesoro los objetos a encontrar “no son monedas al uso, sino obras de arte coleccionables; amuletos de la suerte y herramientas para tomar decisiones”.

El artista explica que las monedas “no representan el valor del dinero, sino del tiempo; la atención y la colectividad”. Ya que “todo el mundo cree que el dinero es lo más importante; pero el tiempo y la atención valen más”. Por lo que el proyecto trata de “observar esas monedas y entender que hay otros aspectos que tienen más valor” en la vida, a la par que suponen un detonante para descubrir la ciudad y su arte.

Esas monedas (que son una obra en sí mismas) pretenden funcionar como una herramienta en la toma de decisiones. Las monedas (replicadas por miles) se centran en tres ámbitos: ‘Pausa y Acción’, ‘Juntos y Solos’ y ‘Habla y Escucha’. Contienen lemas que harán reflexionar a sus receptores (ya sean cacereños o visitantes): ‘El tiempo es tu mayor activo’ y ‘Deja que el mundo dé una vuelta’. Dos frases que repetía el padre del artista y que resaltan esa dicotomía y el “valor entre acción en inacción”.

EL MUSEO HELGA DE ALVEAR IMPULSA LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA

Esta muestra de Gander forma parte del nuevo proyecto museístico que insufla la directora del Helga de Alvear, que se estrenó en estas lides el pasado mes de enero con la exposición ‘Performar la naturaleza | Performing Nature’ del artista luso Carlos Bunga. La directora del Helga de Alvear asegura que su propósito es iniciar una nueva línea de trabajo, de ‘community engagement’, “un trabajo de puertas abiertas, que fomente la participación de los residentes y los visitantes a Extremadura”.

Su objetivo pasa por el “trabajo con la comunidad; que es muy importante”. La intención es “crear un museo vivo, profundamente inclusivo y donde impulsemos la participación de esa comunidad. Es una propuesta de ida y vuelta entre el museo y la ciudad a la que absolutamente todas las personas están invitadas”.

Después de Bunga, el británico Gander aterriza en el Helga de Alvear, donde dice haber quedado “maravillado” por el “oasis cultural que supone contar con un museo de este calibre en una ciudad mediana”. El artista lamenta que en Reino Unido “apenas tenemos museos fuera de las grandes urbes. Si viviese aquí me sentiría muy afortunado por este espacio”.

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Magazine Cultural de entrevistas, reportajes y noticias que recoge las creaciones culturales y artísticas que tienen como origen o destino Extremadura.

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