Era la década de los 80 y comenzaban a fijarse los cimientos de lo que sería la Extremadura del futuro. El 25 de febrero de 1983 fue aprobado el Estatuto de Autonomía y un año después comenzaban a recorrer la geografía extremeña los primeros escenarios móviles. De forma casi paralela, en 1985, surgía la Red de Teatros y Otros Espacios Escénicos de Extremadura, un programa que 35 años después perdura más consolidado que nunca a pesar de las sacudidas de una pandemia que ha hecho temblar sus cimientos pero no ha podido tumbar la Red.
Si aquellos cómicos de la legua que hacían sus representaciones en pequeñas poblaciones recorriendo caminos maltrechos en pleno Siglo de Oro levantaran la cabeza se enrolarían, sin dudarlo, en ‘D’Rule: Artistas en el territorio’, el programa de la Diputación de Badajoz que lleva el teatro profesional a las localidades de la provincia pacense en esos meses del año, los últimos del calendario, en el que empiezan a escasear los recursos en los ayuntamiento y compañías y actores las pasan canutas por la escasez de contratos.