A programadores, directores y compañías teatrales hay una cosa que les quita el sueño: conseguir acercar a los jóvenes al teatro. Unos hablan de “desconexión”, otros de “divorcio” o “desinterés”, el caso es que la desafección de los adolescentes y los jóvenes hacia el teatro es una realidad extendida. En Extremadura, una de las fórmulas puestas en marcha por el gobierno extremeño para acercar el teatro, y la cultura en general, a los jóvenes es Consuma Cultura.

Consuma Cultura es un proyecto del Instituto de la Juventud de Extremadura que ha permitido a través de una aplicación móvil (app) el acceso de los jóvenes a conciertos, espectáculos, obras de teatro, libros y visitas al patrimonio por sólo 2 euros. Lo único que necesitan es el Carné Joven Europeo, cuyos titulares han de tener entre 14 y 30 años, y reservar la entrada en la app.

En el caso del teatro, los programadores coinciden en que hay una franja de edad, entre los 16 y 18 años, en la que los chicos acuden al teatro “empujados” por sus profesores, lo que algunos entendidos han calificado como “público cautivo”, y a partir de los 18 años desaparecen de escena y buscan otros escenarios.

¿Por qué sucede esto? ¿Quién o quiénes son los responsables? Hay muchas y variadas respuestas: que si los temas no les interesan, que si no se programa para ellos, que si las entradas al teatro son caras para su bolsillo…Lo importante es que los agentes e instituciones culturales no cesan en su empeño por “rescatarlos” y devolverlos al patio de butacas. No todo está perdido.

Son muchas las fórmulas que se han adoptado para hacer ver a los jóvenes que el teatro es el mejor cóctel multivitamínico o batido de proteínas que puedan probar. En él encontrarán emoción, verdad, diversión y contacto real. Les ayudará a mejorar su capacidad comunicativa, reflexiva y crítica, a mejorar la autoestima y a abrirse al mundo. Es el mejor viaje sin tener que moverse del asiento ni pasar por el aeropuerto, y sólo por 2 euros.

PRECIOS IRRESISTIBLES PARA LLEVAR A LOS JÓVENES EXTREMEÑOS AL TEATRO

“Nos dimos cuenta de que uno de los principales escollos era el económico. Cuando se les ofrece entradas a precios asequibles los jóvenes muestran mayor interés, aunque bien es cierto que no vienen a todos los espectáculos, por eso es una gran ayuda Consuma Cultura”, explica Silvia González, directora del Gran Teatro de Cáceres.

Según su experiencia, a esas edades se sienten más atraídos por la música y los espectáculos de humor que por el teatro. “Buscan pasar un rato divertido y disfrutar. Ellos pensarán que ya hacen el suficiente esfuerzo estudiando en la universidad, por eso optan más por el ocio”. No obstante, siempre hay un grupo de jóvenes, más minoritario, que se muestra interesado por el teatro alternativo o por el teatro de contenido político y social, “pero no es la mayoría”.

Silvia González cree que ellos ven el teatro como “una actividad que le exige hacer un esfuerzo, les obliga a estar sentados, quietos, en silencio, cuando buscan algo más relajado”.

Para Miguel Murillo, dramaturgo y director del Teatro López de Ayala de Badajoz, todo lo que se haga para incentivar el acceso de los jóvenes al teatro y a la cultura le parece acertado, “por eso Consuma Cultura es una medida positiva y necesaria”. Sin embargo, recuerda que hay que diferenciar entre ocio y cultura.

El objetivo de atraer a los jóvenes al teatro “es prioritario” en los teatros extremeños. Todos ellos cuentan con programas de descuentos para este sector de la población, además del que ofrece Consuma Cultura. En el caso del teatro pacense, recuerda Murillo, se creó hace dos décadas el Festival Joven, con el que llegan cada día al Festival de Teatro de Badajoz 150 estudiantes de Secundaria con sus profesores. “Entendíamos que era una manera de ir sembrando”.

“Les damos facilidades de todo tipo al público joven, pero el teatro no está entre sus prioridades porque hoy día tienen muchísimos focos de atención”. Murillo asegura que no es un problema del teatro, “es un problema de la sociedad actual”.

“PESCAR” ESPECTADORES JÓVENES EN LAS REDES SOCIALES

Si ellos no van al teatro, son los programadores y las compañías los que han salido en su búsqueda. “Hemos tenido que acudir a los cauces naturales donde los jóvenes se reúnen y se expresan: las redes sociales. Ellas nos han permitido captar su atención y hemos observado que ha subido la atención de determinado sector juvenil por estas actividades teatrales y culturales que ofrecemos”, añade el director del López de Ayala.

En los Institutos de Secundaria hay, según Murillo, una mayor implicación con la cultura en general y concretamente con el teatro. A  través de estos centros y de sus profesores llegan muchos jóvenes a los festivales de teatro,  “pero después en la época universitaria desaparece la gran mayoría, en esas edades hay un divorcio entre la juventud y la cultura”, añade.

El director del López de Ayala cree que sería positivo contar con el apoyo de la Universidad en la difusión de los servicios públicos que se ponen al alcance de los jóvenes, como es el caso del teatro, y que se apoyara el programa Consuma Cultura “con una inversión en gestores culturales profesionales, muy necesarios en esta labor”.

JÓVENES INICIADOS EN EL TEATRO DESDE LA INFANCIA

Pero no todo está perdido. Aunque admiten que el público joven “es un público difícil y complicado, con el que hay que hacer un esfuerzo mayor en la programación”, tanto Murillo como Silvia González reconocen que muchos están volviendo al teatro, por la ayuda que supone Consuma Cultura y también vuelven “porque han disfrutado mucho el teatro durante su infancia”.

La responsable del Gran Teatro de Cáceres recuerda que en Extremadura los niños desde muy pequeños están acostumbrados a ir al teatro, “hay mucha programación de teatro infantil y los colegios hacen una labor importante”.

Miguel Murillo también ha podido comprobar “que muchos espectadores actuales son jóvenes que hace 20 años venían con su instituto al Festival de Teatro de Badajoz”.

UNA RED DE APOYOS MUY EFECTIVA EN PUEBLA DE LA CALZADA

Consuma Cultura es un apoyo también para los jóvenes de muchos municipios del mundo rural, donde también reconocen los programadores que “no es suficiente sólo con programar algo adecuado para los jóvenes para que estos vayan al teatro”, como apunta el director del Festival Nacional de Teatro Vegas Bajas de Puebla de la Calzada, Teodoro Gracia, programador teatral que durante más de 30 años fue concejal de Cultura en este municipio de la provincia de Badajoz.

No obstante, el caso de Puebla de la Calzada con el teatro es un caso atípico, por la gran afición que hay y sobre todo afición de jóvenes. Cerca del 40 por ciento del público asistente a su Festival Nacional de Teatro Vegas Bajas, que finalizó la pasada semana, tenía menos de 40 años. Además, esta asistencia de público joven se mantiene durante toda la temporada.

Esto se ha conseguido no sólo por la política de descuentos del festival y el programa Consuma Cultura, sino “por el entramado de colaboradores que desde hace años están implicados en acercar a los jóvenes al teatro”, señala. Profesores del colegio y el instituto, el ayuntamiento, la escuela  municipal de teatro, las compañías que tiene este pueblo, así como una red de voluntarios han contribuido a que el teatro en Puebla de la Calzada sea todo un éxito entre jóvenes y adultos.

¿Por qué esta obsesión por acercar a los jóvenes al teatro? Como todas las artes cumple una función fundamental en el desarrollo de las personas. El teatro es una poderosa herramienta de representación colectiva de la realidad. “Es el espejo en el que ver reflejada tu propia vida”, señala Silvia González. “Y el mejor lugar para formarte una opinión del mundo”, añade Teodoro Gracia.