Dulce Pontes llegará a Badajoz el 5 de julio para festejar con el público del Festival de Flamenco y Fado sus 30 años de carrera. Lo hará acompañada de la Orquesta de Extremadura (OEX) en un concierto sinfónico dirigido por Délio Gonçalves en el que repasará su trayectoria. Cercana y entrañable, la gran cantante portuguesa abre su corazón en esta entrevista, en la que reconoce sentirse apenada por el fin de su gira con Ennio Morricone, ilusionada por su nuevo proyecto con un trío, y tan vital, curiosa y libre como hace 30 años cuando comenzó su carrera.

¿Qué va a encontrar el público en su concierto con la OEX?

Aparte de que la sinfónica tiene la sonoridad que tiene, los arreglos son muy lindos y los temas elegidos son temas que toda la gente conoce, es un recorrido por toda mi trayectoria, cantaré temas de Morricone, temas míos… hay canciones de toda mi discografía, desde ‘Lágrimas’ hasta ‘Peregrinação’, aunque de este último disco sólo hemos incluido un tema, ‘Meu Amor sem Aranjuez’ (una versión de la obra del maestro Joaquín Rodrigo con letra de la propia Dulce Pontes).

No es la primera vez que hace un concierto con una orquesta pero sí es la primera vez que Dulce Pontes comparte escenario con la OEX.     

Este concierto sinfónico lo hice ya con la Banda de la Armada Portuguesa y el maestro Délio Gonçalves, que es director de esta banda. Hicimos varios conciertos en Portugal en distintas ocasiones. Y me gusta mucho porque tiene una forma de dirigir muy divertida. Tenemos mucha complicidad, lo vamos a pasar muy bien en Badajoz. Los arreglos son de él y de colaboradores de la Banda de la Armada. También he hecho conciertos con otras orquestas, como la Orchestra Roma Sinfonietta dirigida por Ennio Morricone y la Orquesta Sinfónica de Checoslovaquia. De la Orquesta de Extremadura tengo muy buenas referencias, me han hablado muy bien de ella. Tengo muchas ganas de conocerlos. Lo vamos a pasar muy bien.

¿Cómo ha sido la evolución de estos 30 años? ¿Qué hay de la Dulce Pontes que comenzó hace tres décadas?

Tengo la misma chispa y las mismas ganas, la curiosidad y ese interés por aprender y evolucionar, por hacer cosas nuevas, eso no ha cambiado. Una vez que terminó la etapa de ‘Peregrinação’, mi último disco, estoy haciendo ya cosas nuevas. ‘Peregrinação’ está más como metáfora en este momento que como gira. Estoy con otros proyectos.

 Esa “peregrinación” a qué terrenos le ha llevado ¿Qué está explorando ahora?

Estoy explorando otras sonoridades y las mismas sonoridades con nuevas formas de aproximación. He creado un trío con el guitarrista Daniel Casares y con Yelsy Heredia, un contrabajista cubano increíble, y ese formato íntimo y minimalista me gusta mucho. Cada uno de ellos cumple 30 años de carrera y yo también, entonces son 90 años de carrera musical (risas). Teníamos ganas de hacer algo libre y un poco salvaje, con la improvisación y la capacidad y la experiencia de tres músicos, yo como un músico más. Disfrutamos los tres y el público también. Nos estrenamos en Mainz (Alemania) y la gente disfrutó un montón. En este nuevo proyecto tocamos temas nuevos que estoy componiendo y algunos de Dani, y versiones de otros autores que me gustan.

Pasa de los conciertos sinfónicos a la intimidad del trío…

Me gusta este contraste de poder desdoblarme haciendo cosas distintas, en este momento he hecho siete conciertos en el Teatro de la Ópera de Roma con Ennio Morricone, y el último será ahora en el Festival de Verano de la ciudad toscana de Lucca (centro). Será el broche final de su gira de despedida y estoy un poco triste, un poco alterada emocionalmente, porque lo quiero mucho y voy a echar mucho de menos cantar con él, llevamos más de cinco años juntos…Me va a venir bien el concierto de Badajoz, eso me anima y me pone contenta, aunque voy a estar emocionada, a punto de soltar la lágrima…cantando los temas de Ennio. Pero es la vida, hay que seguir adelante, intentaré adaptarme y ser positiva. Me anima mucho también el nuevo proyecto con el trío.

Es su tercera vez en un festival centrado en el flamenco y también en el fado, ¿Cuál es su relación con el fado en estos momentos?

Sigo cantando fados y también los canto con el trío, y queremos hacer más. Sigue siendo el fado algo próximo a mi vida pero no es exclusivo, nunca lo ha sido y nunca lo será. Ocupa sólo una parte de mi vida musical y de mi corazón.

Nunca le ha gustado que la etiqueten ¿Cómo se definiría a sí misma como artista?

Como alguien que canta, que canta un poco de todo porque tengo influencias de gente de diferentes latitudes. Me gusta mucho sumergirme en géneros musicales muy diferentes, aunque tengo que decir que no en todos, porque no me gusta mucho la música pop ni el heavy metal tampoco, pero hay muchos géneros musicales de raíces que me gustan, así como el jazz, el blues…y la música clásica, claro. Es una maravilla. Me pueden llamar camaleón, que no me importa. La música es la libertad, y quiero sentirme libre para hacer lo que me gusta. Si uno está dispuesto a hacer determinados sacrificios se puede hacer música con libertad.

Dulce Pontes y Ennio Morricone
Dulce Pontes con Ennio Morricone por el que confiesa sentir una gran admiración y afecto.

En el Festival de Flamenco y Fado de Badajoz tiene un público fiel. En ocasiones ha dicho que España es su primera casa ¿Qué pasa con el público portugués?

Si miramos la cantidad de conciertos que hago no cabe duda de que España es mi primera casa, también Italia y Grecia, pero más España. Ha sucedido así, ha sido el destino, mi carrera se centró fuera. Es algo que uno no decide ni elige, simplemente sucede. El público es igual en todas partes, y lo amo, pero Portugal es Portugal, al público le tengo mucho cariño. Pero en algunos aspectos Portugal continúa siendo pequeño, la gente necesita mucho marketing para enterarse de que se van a celebrar los conciertos. Recuerdo, y no es la primera vez que pasa, de haber ido a Oporto o a Lisboa y luego venir gente y decirme que por qué no canto en Portugal, cuando había estado la semana anterior. Parece que si no se hace una gran campaña de marketing la gente no se entera, y yo estoy sola, sin discográfica, y llevo la mía que es pequeñita y no puedo soportar costes de marketing o cosas así. A veces yo pienso que trabajo desde hace 30 años en la música por milagro, el milagro del público. En Portugal mucha gente no se ha enterado que tengo el disco de ‘Peregrinação’. Pero mientras tenga salud y personas que quieran escucharme seguiré, lo más importante de todo es tener salud e inspiración.

¿En qué momento está ahora la música en Portugal?

No sé decirte muy claramente. Está la música que está de moda y también se hace mucho fado, hay muchos festivales de fado, y hay gente nueva muy buena, pero también hay otros géneros musicales, pero muy en profundidad no lo sé. Mi vida es andar de un lado a otro y cuando llego a casa estoy con mis niñitos y mis perritos, y no veo la tele prácticamente nada, salvo alguna serie o película que me guste. Me gusta estar también con el piano, componer, y pintar paredes, plantar cositas en mi huerto. Busco el equilibrio entre la gran actividad y la necesidad de estar tranquila y un poco aislada.

¿Qué planes tienes Dulce Pontes para los próximos 30 años? ¿Hacia dónde quiere dirigir su carrera?

Treinta años más de carrera es mucho (risas). Cuando sienta que la voz ya no me responde me retiraré. A corto y medio plazo quiero seguir con el trío buscando cosas y seguiré componiendo. Y luego tener un tiempo para escribir y para leer, y muchas cosas que quiero hacer, pero no cuando ya sea demasiado mayor. Siempre estoy abierta y mi mente y mi corazón están abiertos a lo nuevo, que muchas veces ni he buscado sino que aparece, se muestra de forma natural.

El concierto de Dulce Pontes con la OEX será el 5 de julio a las 22:00 horas en el Auditorio Ricardo Carapeto de Badajoz. Las entradas están disponibles en la web del teatro López de Ayala. 

Fotos cedidas por Dulce Pontes.


 

Guadalupe Leitón
Periodista

Autor

Magazine Cultural de entrevistas, reportajes y noticias que recoge las creaciones culturales y artísticas que tienen como origen o destino Extremadura.

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