Escuchar las palabras de Miguel Vargas y oír su guitarra es como entrar en el Ministerio del Tiempo y adentrarse en esa Extremadura de las ferias del ganado, la romería de Los Remedios, las fiestas de las familias gitanas del pasado, sus bodas y pedimentos, o el bullir de la Plaza Alta de Porrina de Badajoz. En su memoria guarda el recuerdo de esos sones flamencos, de donde surgió el soniquete de su guitarra, el punteo y su toque en los cantes flamencos extremeños. Como él dice: “eso es lo que yo he vivido, hay gente que habla pero no lo ha vivido, yo sí lo he vivido”.

Esas vivencias musicales y culturales del pasado son las que Miguel Vargas quiere trasladar al público a través del espectáculo ‘Al Son de Extremadura’ que está preparando y que representará a Extremadura en el XXXVIII Festival de Flamenco de Nimes (Francia) el próximo 12 de enero de 2018. La Junta de Extremadura ha depositado su confianza en este guitarrista emeritense y en su hijo Juan Vargas, encomendándole la dirección artística del espectáculo.

Y no le encarga este cometido a cualquiera. Miguel Vargas es el padre del toque por jaleos y tangos extremeños, los cantes autóctonos que él trasladó a la guitarra con maestría y sabiduría y que le ha hecho merecedor del Premio Tío Luis el de la Juliana, uno de los galardones más importantes en el flamenco, que poseen otras figuras como Paco de Lucía, Félix Grande o ‘Terremoto’ de Jerez.    

No es la primera vez que este artista flamenco se ocupa de la dirección artística del espectáculo extremeño que llega a Nimes. Esta es la tercera. La primera vez que el flamenco extremeño se subió a las tablas de este prestigioso festival internacional fue en 2012, cuando Juan Vargas llevó ‘De tangos y jaleos’. “Fue un exitazo tremendo, tuvimos que hacer cuatro o cinco bises porque no nos dejaban, todo el público se puso en pie”, recuerda el guitarrista, que regresó en 2014 con un homenaje a Porrina de Badajoz.

El 12 de enero presentará ‘Al Son de Extremadura’, flamenco en estado puro, en el que acompañarán a Juan y Miguel Vargas los cantaores Antonio Súarez ‘Guadiana’, Enrique ‘El Extremeño’, La Kaíta y Alejandro Vega, así como el bailaor Antonio Silva ‘El Peregrino’ y el percusionista, Israel Suárez ‘El Piraña’.

MIGUEL VARGAS: ‘AL SON DE EXTREMADURA’ TOCARÁ EL CORAZÓN DE NIMES

Será un espectáculo genuino y hecho desde el corazón. “Nosotros no pretendemos deslumbrar, lo que queremos es conmover el corazón, que la gente sienta lo que nosotros sentimos y transmitimos, eso es lo maravilloso y lo más importante del flamenco, que conmueva”. Así define Miguel Vargas este espectáculo, al que precederá una conferencia ilustrada que pronunciará sobre los orígenes de los tangos y jaleos extremeños.

“Estar en el Festival de Flamenco de Nimes es un orgullo y una responsabilidad para cualquier artista flamenco, es uno de los mejores festivales del mundo, y allí hay una afición tremenda al flamenco”, recuerda Miguel Vargas.

Todos los flamencos extremeños que han pasado por Nimes coinciden en la calidad del público de Nimes. “Allí el público es muy respetuoso, ellos se sientan y no se escucha un alma. Es otra cultura, le dan mucha importancia al artista, y como artista te sientes muy bien”, según el guitarrista emeritense, quien asegura que “en Nimes adoran y respetan el flamenco extremeño.  Ellos están acostumbrados a escuchar los cantes de Andalucía y cuando escuchan algo diferente, como son nuestros tangos y jaleos, es tremendo. Cuando ven a esa Kaíta cantando y a El Peregrino con 74 años bailando salir al escenario no te puedes imaginar…”, añade.

miguel vargas, guitarrista
Miguel Vargas, en la presentación del espectáculo ‘Al Son de Extremadura’ con la Secretaría de Cultura de la Junta de Extremadura, Miriam García Cabezas.
Miguel Vargas asegura que estos cantes autóctonos se valoran mucho más fuera de Extremadura, “quizás porque ellos no lo tienen”. En ciudades como Pamplona o Madrid han tenido gran éxito, “y también gusta mucho a los jóvenes”.

Los cantes autóctonos surgieron en las fiestas de las familias gitanas. “Yo he vivido esas ferias a las que iban los gitanos con las mulas, asistían al rodeo, y la Feria de Mérida y la de Zafra se alargaba de cuatro a ocho días, porque después había bodas y pedimentos. En estos sitios se cantaba, y en las juergas familiares, cuando los mocitos sacaban a bailar a las mocitas”.

Existían casas cantaoras muy importantes, como la del Porrina en Badajoz, la de los Matías en Almendralejo o la Casa de los Verdinos en Mérida. El primero en sacar esos cantes del ámbito familiar y llevarlos a los escenarios fue Porrina de Badajoz,  y luego Juan Cantero, Guadiana, Ramón el Portugués, La Marelu o Antonio El Camborio de Villafranca, que han triunfado en los principales tablaos de España y algunos han actuado en el extranjero y con las principales figuras del flamenco.

“Esos cantes no tenían identificación con la guitarra, se cantaba el jaleo con el ritmo de bulería, y el sello ese de tocarlo más despacito y darle unos silencios al cante de jaleo le dio una identidad con la guitarra. También a los tangos”, señala.

Eso es lo que ha estado haciendo durante 50 años Juan Vargas, poniendo el toque con su guitarra a esos tangos y jaleos. Hasta el año pasado no han llegado los reconocimientos, a sus 62 años, cree que un poco tarde aunque se siente agradecido. Él a diferencia de otros se quedó en Extremadura, “fui valiente al quedarme aquí, hubiera sido más fácil triunfar fuera, lo hizo mucha gente hace 50 años, pero me quedé y soy feliz”.  Ahora, le espera este nuevo proyecto para Nimes con el que la Junta de Extremadura quiere poner en su sitio al flamenco extremeño.

Guadalupe Leitón
Periodista

Autor

Magazine Cultural de entrevistas, reportajes y noticias que recoge las creaciones culturales y artísticas que tienen como origen o destino Extremadura.

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